SEMANA SANTA CON LA ORQUESTA DE CÁMARA DE CHILE

ORQUESTA DE CÁMARA DE CHILE EN SEMANA SANTA.

Bajo la dirección del maestro suizo, Emmanuel Siffert, titular de la Orquesta de Cámara de Chile, el conjunto realizó una serie de conciertos de Semana Santa, en varias iglesias de la capital, participando junto al Coro Magnificat que dirige Marcela Canales y cuatro solistas, todas las presentaciones con una gran convocatoria de público, al parecer se ha corrido la voz, la calidad que muestra esta orquesta.

El maestro Siffert además de haber elevado el rendimiento del conjunto, se ha propuesto incorporar al repertorio de esta, obras de valor, pero en general desconocidas o muy poco conocidas.

Es así, que este programa incluyó, junto a la hermosa Misa en Do de Ludwig van Beethoven, dos estrenos, el primero, una obra muy temprana del mismo Beethoven, el “Ballet caballeresco”, consistente en una serie de ocho danzas breves, que responden muy bien al futuro lenguaje del genio de Bonn, y que recuerdan tanto a Las Creaturas de Prometeo”, como a “Las Ruinas de Atenas”, la obra, encargo del Conde Waldstein, uno de sus mecenas, estaba destinada a un baile de máscaras, con alusiones bélicas.

Con gesto firme y claro Siffert, condujo a la orquesta, que exige tanto a maderas como bronces, partes de lucimiento, que complementan a las cuerdas. La solvente versión, recibió una entusiasta respuesta, del público que llenaba la Iglesia de la Anunciación de la Plaza Pedro de Valdivia.

La Orquesta de Cámara de Chile, el Coro Magnificat y solistas, cantando la Misa en Do de Ludwig van Beethoven, dirigidos por Emmanuel Siffert.

El segundo estreno, fue una obra del compositor suizo Aloÿs Fornerod, escrita para Coro femenino y orquesta, llamada “Diosa de ojos azules”, obra breve, pero de gran interés, posee un lenguaje ecléctico, que a ratos hasta recuerda el Impresionismo, fue muy bien manejada por Siffert, y sus músicos, siendo estupendamente cantada por las voces femeninas del Coro Magnificat. La satisfacción de los presentes se tradujo en largos y cálidos aplausos.

Luego de un breve intermedio, vino la interpretación de la Misa en Do de Ludwig van Beethoven, obra de calidad superior, que no ha recibido el aprecio que merece, debido a que se la compara, con su monumental Misa Solemnis, pero que, al igual que esta, está repleta de valores musicales y estéticos, en la que el genio de Bonn, manifiesta sin tapujos su profunda fe; en ella es posible encontrar una perfecta traducción de los textos a la música, en un lirismo de la mayor factura.

Encontramos que la versión de Siffert, expresó muy bien el sentido religioso de Beethoven, aunque algunas partes, las encontramos un poco rápido, como el Benedictus, pero ello no fue obstáculo para concretar una muy buena versión, la Orquesta de Cámara de Chile, respondió a las precisas indicaciones de la batuta, con musicalidad, muy buen sonido e impecable afinación, con fraseos y articulaciones correspondientes a los del Coro y Solistas.

Emmanuel Siffert, dirigiendo durante el concierto.

El Coro Magnificat, mostró una vez más, la pulcra y acuciosa preparación de Marcela Canales, que se evidencia en un énfasis en la musicalidad, con un cuidadoso manejo dinámico, por ello es que, sus versiones resultan siempre atrayentes y exitosas. En esta oportunidad, las cuerdas femeninas se mostraron en estupendo nivel, las sopranos dieron cuenta de hermosas y poderosas voces, las contraltos mostraron hermoso timbre y musicalidad; tenores y bajos, a pesar de sus timbradas voces, se vieron en varios momentos muy exigidos en tesitura, debido a que, creemos, necesitaban de una mayor cantidad de integrantes.

El Coro, logró importantes logros en el Kyrie, Gloria, en algunas de las secciones del Credo, alguna pequeña inseguridad de afinación en la primera sección del Sanctus, no menoscabó en absoluto el éxito total, luego en el Pleni sunt coeli, recuperaron toda su potencia, demostrada antes en la precisión en las fugas.

Los solistas vocales fueron, Pilar Aguilera soprano, Nora Cortés contralto, Felipe Arias tenor y Leonardo Aguilar bajo, creemos que ellos habrían rendido mucho mejor, si no hubieran estado de espaldas al director, pues eso contribuyó a mínimas inseguridades del pulso, que les impidió cantar con plena tranquilidad, sobre todo para seguir las instrucciones dinámicas de la batuta.

Vista general de los intérpretes durante la presentación.

La soprano, tuvo momentos brillantes, pero los agudos le resultaron incómodos, no obstante es muy musical, la contralto, sin duda mostró la mayor seguridad vocal y de interpretación, el joven tenor, posee un hermoso timbre, aún en desarrollo, y como es musical, pensamos tendrá auspiciosa carrera; el bajo, era el más experimentado, pero en esta ocasión, su volumen fue muy escaso, además de parecer algo desconcentrado. A pesar de las objeciones, el cuarteto logró momentos de gran calidad y brillo.

Luego del Agnus Dei, cantado con fervor, que concluye, con una vuelta melódica al tema del Kyrie, Coro, solistas y Orquesta, recibieron una larga ovación, para agradecer toda la entrega que los intérpretes, hicieron para el mejor logro de esta bella Misa en Do de Beethoven, en Semana Santa.

Gilberto Ponce (CCA)

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